"Esa banda no tiene ningún mérito artístico, causa histeria y grandes desórdenes". La frase se refiere a los Beatles y fue la excusa que puso el llamado Comité de la Virtud, la autoridad moral de Israel, para prohibir que el grupo tocara en Tel Aviv en 1965.
No fue lo único que sostuvo esa comisión integrada por 13 miembros y con nombre oficial pomposo: Comité para la Importación de Artistas Extranjeros o CIAE. "Los Beatles son una histeria que pretende infectar nuestro territorio", dijeron sus integrantes hace 43 años, sin imaginar que estaban privando a los israelíes de ver a una de las bandas de música más importantes de la historia.
El paso a paso de la prohibición fue reconstruido por el historiador Alon Gan -y publicado por el diario israelí Haaretz- quien asegura que un funcionario del Ministerio de Educación de aquellos años no se quedó atrás y lanzó: "Este conjunto no aporta ninguna experiencia artística o musical sino un despliegue de sensualidad que despierta sentimientos agresivos repletos de estímulos sexuales".
El CIAE había sido creado en la década del 50 y tenía como misión velar por la "conciencia moral del país". Fue bajo el mandato del premier Levi Eshkol que les cerraron la puerta a los Beatles. Nunca más tuvieron la oportunidad de tocar en Israel. John Lennon fue asesinado en 1980 y George Harrison murió en 2001.
La historia de la prohibición de artistas en Israel había comenzado dos años antes, con una actuación de Cliff Richard en 1963. En ese momento, la Policía no pudo contener a los miles de jóvenes que fueron a recibirlo y sobrepasaron todas las vallas de seguridad.
A 43 años de la prohibición de los Beatles, Paul McCartney se presentó ayer en Tel Aviv ante unos 45 mil fanáticos. "Shalom Israel", los saludó. La redención para el artista de 66 años había llegado a principios de 2008 cuando recibió una particular carta. Era una disculpa oficial del Estado de Israel, con la firma de puño y letra de la ministra de Relaciones Exteriores, Tzipi Livni. Se la entregó el embajador israelí en Londres, Ron Prosor en el Museo de Liverpool y reconocía el "histórico error" cometido hace más de cuatro décadas.
"Quisiéramos aprovechar la oportunidad para rectificar la histórica ocasión perdida desafortunadamente en 1965, cuando fueron invitados a actuar en Israel", escribió Livni quien dio la orden de enviar la carta también a la hermana de John Lennon, Julia Baird, a los parientes de George Harrison, y a Ringo Starr, además de a McCartney. "No cabe duda de que es un error impedir la presentación de personas como ustedes, que moldearon la mente de una generación", reconoció.
Clarin.com.
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