Tuesday, August 19, 2008

Inútiles

La sensación térmica. Me río de Janeiro. Las huellas dactilares. Me Río de Janeiro. A cara descubierta. Se ríen de nosotros. Copamiento en el Shopping...
Estamos en el horno y eso es indiscutible. Somos un país bananero en vías de autodestrucción. Si no, lean esta historia que publicó hoy El País. Juzguen la ineficiencia, juzguen la injusticia, juzguen la mentira: ESTAMOS EN EL HORNO.

""No me robes todo, por favor, es lo único que tengo para trabajar", le dijo la dueña de la joyería al rapiñero que guardaba la mercadería en el bolso. "Callate ya, si no te mato", fue la contestación, apoyada por el caño del revólver que le apuntaba.

Así, Rosa Anchordoqui vivió a los 70 años su rapiña número 11. Fue ayer, a las 10 de la mañana. Trabaja desde hace tiempo con la puerta cerrada pero de nada le sirvió. Ahora quiere vender el comercio que la sustentó junto a su esposo durante 59 años, según contó en diálogo con El País.

El delincuente que golpeó la puerta estaba bien vestido, por lo que Rosa no desconfió. La Policía piensa que pueda tratarse del mismo delincuente que audazmente copó una joyería en el Montevideo Shopping el 22 de julio y otra el 2 de agosto en el Reducto.

La forma, la correcta apariencia que engaña a las víctimas y la descripción física aportada por las víctimas hacen suponer a los investigadores que se trata del mismo rapiñero dedicado a las joyerías.

A través del vidrio del comercio ubicado en 8 de Octubre 4597, el hombre le dijo a Rosa que iba a comprar una pila de reloj.

La comerciante le abrió y cuando se dirigía al mostrador el hombre metió la mano en el bolso que traía. "Pensé que iba a sacar la pila que quería cambiar pero sacó un arma", contó Rosa. Amenazándola a punta de revólver la obligó a ir hasta el fondo del local.

Luego de tomar $ 2.000 de la caja comenzó a meter todas las joyas y relojes que pudo en el bolso. La propietaria le imploró que no se llevara todo pero sólo consiguió una amenaza de muerte como respuesta.

DECISIÓN. "Se llevó todo, pero lo peor son las composturas de los clientes, anillos, relojes, todas cosas que no eran mías".

Rosita renunció a su jubilación hace algunos años cuando su esposo falleció y ella tuvo que dedicarse por entero al comercio.

"Tenemos este negocio hace muchísimo tiempo y por eso tenemos muchos clientes pero yo ahora lo quiero vender porque ya tengo una edad avanzada y no quiero vivir más estos momentos", explicó.

El rapiñero supuestamente huyó a pie pero la Policía no descarta que otro delincuente lo haya esperado cerca en moto para sacarlo rápidamente de la zona, al igual que en otros atracos que presuntamente cometió la misma persona.

Policía Técnica realizó un exhaustivo relevamiento en busca de huellas que lo puedan identificar al tiempo que policías de la Seccional 15ª y de Investigaciones recorrieron la zona sin poder ubicarlo.

ALIANZAS. Hace 27 días el rapiñero copó a las tres de la tarde el local de joyas Revello en el primer piso del Montevideo Shopping Center.

Primero, cargando bolsas de compras del shopping, entró a preguntar por el precio de algunas alianzas y se fue. Al rato volvió y redujo a tres empleadas. Con un cuchillo le realizó un corte leve en el cuello a una de ellas. Las obligó a subir al entrepiso donde las ató y amordazó. Una de las mujeres debió ser atendida por una crisis nerviosa. Pero incluso el rapiñero tuvo la sangre fría de bromear con una clienta que entró, diciéndole que le habían dejado todo para él. Luego se fue asegurándole que "ya la van a atender". Huyó con el dinero de la caja y varias alianzas de oro, entre otras joyas. A unos 15 metros tenía la salida.

Once días más tarde hacía lo propio con una joyería en el Reducto donde pidió para ver alianzas acompañado de una mujer.

De la misma forma que en el shopping luego de mirar varias alhajas se fueron y al rato regresaron. "Ya nos decidimos", dijo el hombre y sacó un arma. También prefirió las alianzas."

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