Thursday, January 31, 2008

Otra falsa apreciación de la realidad

No es novedoso que en este blog se critique (a veces hasta groseramente) a aquellos que tienen un cargo político. Sigo pensando que la demagogia y el lema de la política partidaria le salen demasiado caros a éste país. Por ello (y antes de que piensen que soy un enemigo de la democracia) seguiré rezando por que algún día los "outsider" se pongan de moda, así nos gobernará de una puta vez alguien que por lo menos sea un costo para el Estado (en vez de que lo sean él, sus amigos, los amigos de sus amigos, los amigos de los amigos de sus amigos, la amante de los ...).

En este caso las célebres frases que desataron mi ira vinieron de boca del Sr. Conrado Ramos, Subdirector de la OPP (Oficina de Planeamiento y Presupuesto). Don Conrado, acorde a la política de casi todos (todos???) los gobiernos que tuvimos, está de acuerdo con subirle el sueldo a los políticos al final de su período gubernamental. Sus palabras a El País fueron las siguientes: "Hoy no estamos bien remunerados. Cuando voy a negociar con sindicatos de la banca o de las empresas públicas, negocio con gente que está muy por arriba de mi salario, lo cual produce situaciones absurdas. Es como que un CEO de una empresa negociara con empleados que ganan tres veces más que él. Este gobierno tiene la intención de subir los salarios de los cargos políticos de responsabilidad y de particular confianza. No ahora, porque los estaríamos subiendo para nosotros. Dejaríamos pronto un decreto para un próximo período de gobierno. Si vence el Partido Nacional, que ganen lo que tienen que ganar. " http://www.elpais.com.uy/08/01/20/pnacio_325423.asp

Vayamos por partes ...
-Está bueno eso de subirlo para el próximo período de gobierno. Es una linda forma de disimular la cochinada. Me acuerdo cuando los parlamentarios en el período pasado tb lo votaron. A la larga muchos de sus amigotes siempre siguen en los cargos, y van a poder seguir repartiéndose la guita en sueldos absurdos. Y como nosotros somos una manga de cornudos nos lo olvidamos facilmente... Quién en este mundo tiene derecho a votarse su propio sueldo?

-Hoy no están bien remunerados, hoy no están bien remunerados... y quién lo está? Cuántas personas conocen que estén bien remuneradas? Cuántas personas conocen que en este mes, con los ajustes del IRPF y no se que mierda más, se sientan bien remunerados? Mi vieja, jefa de hogar, cobra menos de 25 palos nominales y casi 5 se fueron en ese reajuste de mierda. Eso es estar bien remunerado? (Si seguimos así dentro de poco se va a tener que empezar a psotituir...)

Y entonces, si el pueblo no está bien remunerado: ¿POR QUÉ LOS POLÍTICOS TIENEN QUE ESTARLO?
Volvamos a mis enseñanzas: ser político no es sinónimo de oligarquía; no es sinónimo de buen capitalista; no es sinónimo de fuente de riqueza. Ser político es una función que uno cumple por amor a su país. Y si uno ama a su país no puede quejarse porque cobra menos que aquellos con los que va a negociar o trabajar.
El político tiene que vivir como vive la media de su pueblo, tiene que sobrevivir del mismo modo. Sólo de esa forma será capaz de entender la realidad económica que se vive, sólo de esa forma defenderá con el corazón los derechos de los más desamparados.
Todo político de cargo de particular confianza debería cobrar entre 25.000 a 40.000 líquidos. La jerarquía del funcionario no fue creada para que cobre más, fue creada para tener mayores responsabilidades, y como contrapartida, mayores facultades y poderes. Ahí está el error de Ramos: La contrapartida no es el dinero, la contrapartida es el poder de cambiar la realidad. La contrapartida es cumplir con lo prometido. Esa es la única gloria que debe buscar el político. Esa es la gloria que yo querría si yo fuera uno de ellos. Alguien tiene que destruirles su visión de gloria, es necesaria la destrucción de su Uruguay "a lo Máximo Santos", su modelo de Luis XIV.

Cuando escribo estas líneas siempre las escribo con bronca porque no puedo creer como las clases dirigentes hacen responsables de las grandes crisis a sus propios habitantes. La crisis, provenga de la causa que provenga (sea por ineficiencia o por fuerza mayor), si tiene que ser soportada por un pueblo, primero, antes que tocar la plata del pueblo, tiene que tocarse la plata del político (quien es el servidor del pueblo). Sólo después de ello, y así no sirva para nada dicho orden (considérenlo un mero acto simbólico de justicia), sólo después, podrá tocarse la plata del pueblo. Sólo después se tendrá que recurrir al empresario, al maestro, al capitán, al estanciero.
No olviden ese orden. No es el pueblo para el pueblo. Es el político para el pueblo.

"People should not be afraid of their governments. Governments should be afraid of their people."

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