Sunday, September 02, 2007

Metiendo el dedo en la llaga

Hablemos de facetas autoritarias (USA y Argentina en la mira).


Estaba siguiendo (a medias) el caso del Senador republicano Larry Craig, quién renunció luego de ejercer 27 años como representante nacional, como consecuencia de una notoria fuerte movida en su contra efectuada por colegas de su partido, por los conservadores, por la prensa y por los ciudadanos.

Resulta que este señor fue detenido en un baño de un aeropuerto de yanquilandia por tener "conducta lascivia". Según los relatos de "La Nación", Craig quiso "seducir" a otro hombre en el baño de hombres, corriendo con la mala suerte de que el seducido era un policía que no tenía mejores cosas que hacer que usufructuar su homofobia y abusar de sus funciones como guardia del orden.
"El informe policial afirma que Craig miró durante varios minutos al agente a través de una rendija en el cubículo. Posteriormente, entró al adyacente y comenzó a golpear con la punta del zapato en el suelo y rozarlo con el del agente, una señal que los expertos aseguran es común entre homosexuales que desean sexo con desconocidos. Posteriormente, Craig deslizó la palma de la mano por debajo de la madera que dividía ambos cubículos, lo que el agente identificó como otra señal. En ese momento, el policía respondió enseñando a su ocasional vecino su identificación por debajo del separador, tras lo cual oyó un ahogado "¡No!"."

El Senador, pese a declarar no ser homosexual, renunció, poniendo fin a su carrera política.


¿Qué clase de porquería es esta? Arruinan la carrera política de una persona por una suerte de parodia llamada "escándalo sexual".
Clinton gobernó pese a que una secretaria le chupara la verga estando casado. Bien. Hermoso. Big deal. Si bien no fue una conducta muy feliz, no creo que hubiese ameritado a que Clinton hubiese renunciado. En todo caso como castigo le tendrían que haber puesto de secretario al Chengue Morales.
Pero que se llegue al extremo de que se empiecen a interpretar "gestos", "señales", "golpear punta de zapato en el suelo", "mirar varios minutos", etc. como señales homosexuales, y por ende inmorales, me parece algo de mal gusto. Bastantes problemas tiene Estados Unidos como para que sus expertos se pongan a aplicar "reglas de tres" y ecuaciones para ver si tal conducta es homosexual o no. Y así lo fuera, ¿a quién carajos le importa?.

En primer lugar, si un país pretende no estar sometido a normas penales autoritarias, tiene que empezar a considerar qué hechos realmente ameritan la sanción de una persona y cuáles no. Porque si englobamos hasta la mínima estupidez como "conducta lascivia" llegaríamos al absurdo de que nadie podría interntar seducir a otra persona.
En este caso, así fuere una conducta gay, no estamos frente a un acto grotesco que violente el orden público. No es que le metió la mano en el pantalón, ni que le tocó el culo, ni que le dijo algo obsceno; estamos frente a insinuaciones. Insinuaciones!!! ¿Desde cuándo se tienen que sancionar las insinuaciones?

En segundo lugar es absurdo que indirectas de este tipo generen una alteración en la voluntad del conjunto de votantes que depositaron su confianza en este hombre para que los represente. La verdad, me suena a que "meten la mano en la urna" echando a un Senador para poner otro a dedo.
Quién debería renunciar en todo caso es el tarado que mandó un policía de civil a que le levante un centro a los homosexuales para luego detenerlos.

Y en tercer lugar, así este hombre fuese el ganador del concurso "mariposas voladoras 2008" ese es un aspecto absolutamente irrelevante que pertenece a su vida privada. Que una persona sea "pública" no implica que uno pueda meterse en su vida privada. Y mucho menos, es motivo para que uno ponga a discriminar personas privándolas de ejercer funciones que nada tienen que ver con su conducta sexual, color, raza, etc. Esto me hace acordar al caso de un Juez argentino (creo que es Norberto Oyarbide) quién fue extorcionado por ser homosexual.

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Si este hombre se vio obligado a renunciar por tener actitudes inmorales: ¿hacer la guerra es moral? ¿fomentar el crecimiento de la industria armamentista -incluyendo cuando se hace mediante la venta de armas a cualquier subversivo de cuarta que vive en un país en guerra- es moral? ¿Intervenir en asuntos internos de otros países es moral? ¿Defender la contaminación es moral?


Aclaro que no soy gay. No me simpatizan los gays. Me desagradaría (quizás hasta violentaría) que un gay me sedujera. Pero eso es lo que yo siento y pienso adentro de mi casa. Son sentimientos que no me habilitan a ofender al otro. Y mucho menos a discriminarlo.
Cuando yo voy y voto, voto al nombre de la lista. Voto a esa persona. No voto a su sexo. No voto a su religión, ni a su conducta sexual, ni a su color de piel. Voto a sus ideas. Voto a su opinión política. Voto a su persona. Porque para votar pelotudeces está Gran Hermano.
Reducir los sistemas democráticos a opiniones tales como estas es como bajarle los pantalones a la democracia. Es humillar la democracia. Es meterle el dedo en el culo a la democracia. Es despreciar los millones de muertos que hubo (y sigue habiendo) que defendieron a la democracia. Y si vamos a despreciar esas vidas perdidas, hagámoslo por causas un tanto más razonables que condenar a un político por ser homosexual.


Quería escribir un poco sobre el caso de Luis Patti en Argentina pero no me dan las bolas ahora. El próximo post será de eso.

1 Comments:

Blogger Galo said ...

Esos gringos y su moral retorcida. Ahora resulta que iniciar una guerra basándose en falsas evidencias y aumentar el odio de los musulmanes hacia Estados Unidos no es grave pero unas supuestas insinuaciones sí lo son, hasta el punto de hacer renunciar a un congresista. Con razón los árabes los tienen jodidos y no saben qué hacer con Chávez.

11:51 pm  

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