Friday, August 17, 2007

Me cago en tu autoridad y la reputa que te parió

Estaba mirando el Crónica donde un conjunto de estudiantes (con padres incluídos) fueron a protestar a una Jefatura de Policía argentina motivados (supongo) en algún reclamo honesto.
Yo sospecho que algún policía le debe haber pegado a algún estudiante y por eso fueron a la comisaría a quejarse. Claro que el problema está en la disposición con la que va la gente a quejarse. Todos sabemos como terminan estas cosas...

Algunos "estudiantes" empezaron a escupir a los policías, querían robarles las gorras, después tiraron a un policía a la marchanta y le entraron a dar hasta que finalmente se armó bataola y por momentos se dieron de bomba mutuamente .
El tema es complejo, pero no por ello voy a dejar de expedirme.

1) El odio que se han ganado los uniformados en nuestro continente es desmesurado. El Estado gasta dinero en fuerzas de seguridad cuando gran parte de la población no solo no cree en ellos y en su función sino que para peor, no respeta su autoridad.
Y cuando digo "autoridad" lo hago entendiéndolo como sujeto que dicta una orden legítima, una orden legal. Porque autoridad no es ser "yo tengo poder y te mando" (eso es sumamente reprobable); autoridad es una persona investida de dicha calidad que ejerce su función de forma legítima. Esa autoridad, debería respetarse. Pero, contrariamente a lo ideal, los latinoamericanos somos partícipes de infelices escenarios donde, pegar, o incluso matar a un policía, es algo positivo, divertido y honrado.
La gran paradoja es que aquellos que se sienten capaces de vivir en sociedad sin autoridades que les den órdenes tienen tanta violencia adentro que hacen a sus ideas más utópicas de lo que en realidad son.

2) Y ese odio es absurdo. Si bien es cierto que han habido grandes excesos (los cuales, como todo exceso o abuso de poder, deben ser sancionados) eso no genera que la máxima "todos los policías son una mierda" sea cierta. En efecto, pueden o no caerte bien, pero no por eso vas a ir a pegarles, escupirles etc.
Es más, quien hace eso es hipócrita o un tarado (salvo alguna excepción a mi regla), ya que en realidad el golpe, la escupida, o el homicidio (siguiendo con su razonamiento) no se lo merece el policía de cuarta al que mandan a la guerra sin palo ni bala de goma (como pasa ultimamente) sino el gobernante que se manda las cagadas y se escuda en su poder de mando. Esa persona es el problema. Esa persona es doblemente el problema.
Por un lado es el problema por lo obvio (hace sus cagadas y luego intenta que los perjudicados canalicen su bronca con la policía) y por otro lado porque él mismo muchas veces motiva a que los más revoltosos salgan a hacer bardos contra otros centros de poder, lo que genera que en algún momento se le de vuelta la tortilla y el centro de poder sea él.

3) Y cuando se arma bardo, el gobernante le hecha toda la culpa a la policía porque "reprimió", "porque no cumplió las órdenes", etc. Es cierto, muchas veces se van al carajo, pero me parece un tanto hipócrita sobrecargar a los "milicos" con toda la culpa cuando el sorete desencadenante de toda la mierda es el señor trajeado que se esconde en su ostentoso escritorio público o escapa en helicóptero mientras siguen por años los juicios por la represión a consecuencia de los disturbios generados por los conflictos y miserias políticas generadas por ellos mismos.
La verdad, si yo fuera policía y ganara 6000 o 7000 pesos para ser una especie de niñero que tiene que dejar que le peguen y escupan así la gente se saca la bronca en vez de agarrársela con los gobiernos y las instituciones responsables, antes de irme a la mierda me haría el boludo en una de esas cadenas humanas que los obligan a hacer y dejaría que los "manifestantes" hagan mierda al gil que estoy protegiendo.
Claro que nunca sería policía. Porque ... ¿Quién quiere ser policía? ¿Quién quiere ser guardia de estadio, sereno de un banco, etc.?

4) Y volviendo a lo ya dicho, gran parte del problema parte porque nuestras propias autoridades nos acostumbraron a dos versos distintos pero igual de perjudiciales:
-o el abuso de autoridad; que genera que la gente en el momento que se siente distendida se vaya para el otro extremo
-o viva la pepa; donde manifestarse por cualquier medio sirve y vale. Por ejemplo yo soy estudiante, me calientan muchísimas cosas que han hecho las autoridades de la enseñanza, y no por eso salgo a romper cosas o pegarle a la gente ya que sé que esa acción (hasta en un Estado Social y Democrático de Derecho) genera consecuencias por ser ilegal. Y es más, si en aglgún momento fuera a hacerlo espero no ser tan corto de mente como para romper un McDonalds de cuarta en 18 de Julio donde para peor siempre terminan jodidos los empleados que son los que no pueden laburar o a quienes se les duplica el trabajo, si voy a hacerla voy a hacerla bien. Vas, te calzás los pantalones y te vas al Parlamento (por ejemplo si no te gustó una ley) con una escopeta. Y ahí sí, te tiroteás con todos... policías, políticos, funcionarios, etc.
Pero no podés ser de estos machitos que salen con la cara tapada a tirar piedras a una cuadra de distancia y después cuando se comen el garrotazo gritan "me están reprimiendo, me están reprimiendo".

5) Y culpa de los gobernantes es generar este caldo de cultivo que genera que las propias fuerzas de seguridad se depraven y/o vuelvan indiferentes ante la ilegitimidad por sentir falta de respaldo de sus superiores.
No podemos tolerar que un policía por sentirse discriminado salga con un palo a darle de bomba a todo el mundo, o que un día en un arranque de stress saque el arma de reglamento y mate a alguien al santo pedo.
Y tampoco podemos tolerar que estos tipos se sientan desamparados y por ello se dediquen a comer panquques mientras juegan a las cartas, porque policías gordos como el Jefe Gorgory no sirven para una mierda, mucho menos en sociedades como las nuestras donde las ilegalidades son el pan de cada día.
Y mucho menos necesitamos policías corruptos, pero ta, ese no es el eje del post.

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