Friday, August 24, 2007

El Sr. Vriyante aconseja

Hace muchos años, muuuuuchos años, cuando mis padres todavía vivían juntos y mi vida se limitaba a mirar Amigovios e ir a la escuela (o sea, antes de 1996) un tipo tocó timbre en casa. Era muy tarde, pero todo daba a entender que debía tratarse de algo importante. El hombre tenía su uniforme de Policía.

Si no fuera por mi padre quizás hoy les estaría contando que ese hijo de puta nos rompió el culo a todos. Pero no fue así. Mi padre le dijo que de noche no iba a dejarlo entrar, por lo que si quería que volviera mañana. Pero el tipo no aflojaba. Se puso insistente. Incluso llamó a otro uniformado para aumentar la presión. Pero mi padre no se bajó los pantalones. Fue al cuarto, agarró su arma y les repitió amablemente con el arma en la mano que de noche a su casa no entraban.
Al otro día a primera hora llamó a la Comisaría. Resulta que en ningún momento habían mandado funcionarios a casa...

Hoy, unos 10 u 12 años después, una banda de delincuentes se está ocupando de hacer copamientos, amparados de uniformes policiales que un policía dado de baja les vendió. Los tipos vienen, te intimidan a que les abras la puerta, y después hacen lo suyo. Te pegarán, amenazarán al jefe de hogar con un revólver en la cabeza para ver donde está la plata, quizás violen a alguien, te desvalijarán la casa; vaya uno a saber que ocurre en la media hora más larga de tu vida. ¿Y todo por qué? Por un error cultural, por falta de información. Y dicha ignorancia en parte es culpa de aquellos que, siendo entendidos en leyes, no se toman la molestia de explicar y repetir a la gente ciertos conceptos básicos.

Nuestra Constitución (que debería ser la Biblia de todos los habitantes de un país) le da especial énfasis a la protección del hogar. El artículo 11 de la "Carta Magna" nos dice que: "El hogar es un sagrado inviolable. De noche nadie podrá entrar en él sin consentimiento de su jefe, y de día, sólo de orden expresa de Juez competente, por escrito y en los casos determinados por la ley".

¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que nuestro constituyente pensó en proteger a cada familia impidiendo el paso de extraños a su hogar. Incluso cuando esos extraños traen excusas tales como "soy policía y tengo que pasar". El policía no puede entrar a tu casa de noche; por ningún motivo. O mejor dicho, uno no está obligado a abrirles. Y si uno no les abre, no va a haber ningún problema. Al otro día uno llama a la Policía, comenta lo sucedido y explica por qué no les abrió. Es más, los Policías generalmente no van de noche a tu casa porque saben que no tienen derecho a entrar.
Y de día tampoco pueden entrar. Salvo que tengan "orden de Juez competente, por escrito y en los casos determinados por la ley". Esto quiere decir que si un Policía viene y te dice "el Juez me dijo que ..." o "te traigo este papel de servilleta donde dice que puedo entrar a tu casa porque el Juez cree que mataste al vecino" o "te tiraste a mi hija y quiero entrar a hablar contigo", uno no tiene por qué abrirles. Y si se ofenden, se les leerá el artículo que les acabo de redactar.

Ninguna ley, decreto, policía ni ocurrencia política pueden contradecir lo que acabo de escribir. Hasta que no se reforme el artículo 11 de la Constitución, nadie podrá obligarnos a lo contrario.
Pero nuestro gobierno, lejos de aclarar la situación, titubeó un tiempo en si sacaba o no un decreto que permitía al policía entrar en no se qué circunstancia... Esa ocurrencia solo generó confusión, porque lejos de explicar lo que les estoy diciendo, da a entender todo lo contrario.
Obviamente que ese decreto hubiera sido ilegal por contradecir la Constitución, por lo cual uno no tendría el por qué de obedecerlo. Pero igual, la iniciativa pese a ser motivada en el bien común, fue poco feliz.

Ahora pueden repetir conmigo :"Mi casa y su protección es mi derecho humano. No me dejaré avasallar ni por uniformes truchos, ni por uniformes verdaderos".
Espero haber ayudado a alguien, por lo menos a una persona...

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