Michigan 2008 Paralitic Olimpic Games
Ben Carpenter, americano de 21 años, representó heroicamente a su país batiendo todos los records existentes hasta el momento al convertirse en el jinete-paralítico más veloz del mundo sobre superficie de cemento. Ben, quién utiliza llantas Pirelli, alcanzó la velocidad de 80 km/h durante un trayecto de 6 km sobre la carretera de Red Arrow, logrando despojar al hombre-bala del record guiness en la categoría de "velocistas no motorizados".
La gente, emocionada, no paraba de tocar bocina mientras abrían paso a las ruedas del flameante campeón; otros, los más sorprendidos, no podían contener su alegría y llamaban incesantemente al 911.
Ben culminó su travesía diciendo simplemente: "estoy bien pero: ¿donde está mi coca-cola?".
Sanción ejemplar.
La "Federación de Velocistas no motorizados" (FeVeMo) dictó una sentencia que seguramente constituirá un precedente de aquí al futuro al condenar al atleta canadiense Patrick Shanahan a pagar una suma de quinientos dólares por concepto de multas y prohibirle conducir por un lapso de 18 meses vehículos a motor, luego de comprobarse que quiso alcanzar el record al "borracho más estúpido del mundo", al agarrarse flor de pedo, pedir prestada una silla de ruedas eléctrica y circular sobre ella por las calles de su natal Montreal.
La defensa de Shanahan apelará la sanción fundamentalmente porque considera que Shanahan "No necesita carné, seguro, ni matricula para hacer funcionar (la silla de ruedas). ¿Cómo se le puede acusar de conducir en estado de embriaguez?"
Cito otros medios de prensa dan versiones del hecho un tanto disímiles a las que nos relataron nuestras fuentes:
"Así parece ser la historia de Ben Carpenter, un joven paralítico de 21 años que vive en Kalamazoo, una pequeña localidad del Estado de Michigan. Ayer salió de casa a dar una vuelta con la ayuda de su silla motorizada. Disfrutaba de un refresco a la entrada de una gasolinera cuando, en cuestión de segundos, y sin que nadie se percatara de lo que estaba sucediendo, los engranajes de su silla quedaron entrelazados con los del morro de un potente camión que en ese momento abandonaba la estación después de repostar gasolina. Poco metros más arriba de donde había quedado incrustado Ben, en la cabina del vehículo, el conductor iba acelerando sin saber que debajo de sus pies viajaba otra persona por accidente. El camión alcanzó en pocos minutos el máximo de velocidad permitido -(80 km/h)- mientras los conductores que se cruzaban a su paso en la autopista Red Arrow no daban crédito a lo que estaban viendo. Algunos intentaron sin éxito avisarle mediante señales de luz o tocando la bocina. Al final todo quedó en un susto porque Ben no sufrió heridas en su infernal recorrido carretera abajo. Y además parece que el suceso no le dejará secuelas. Se lo tomó con humor."
"Un canadiense fue condenado por conducir en estado de ebriedad una silla de ruedas motorizada tras su paso por un bar, informó el jueves la Policía.
Patrick Shanahan de 35 años, que ya contaba con una condena por conducir borracho, fue detenido por la Policía sobre la una de la mañana cuando se dirigía a su casa en las afueras de Toronto, en una silla de ruedas que había pedido prestada.
"No necesito carné, seguro, ni matricula para hacer funcionar (la silla de ruedas). ¿Cómo se me puede acusar de conducir en estado de embriaguez?" declaró a una publicación local.
Pero el tribunal no opinó lo mismo. Lo condenó el miércoles a pagar una multa de 600 dólares canadienses (500 dólares estadounidenses) y a 18 meses de libertad condicional, durante los cuales no podrá conducir vehículos de motor."
La gente, emocionada, no paraba de tocar bocina mientras abrían paso a las ruedas del flameante campeón; otros, los más sorprendidos, no podían contener su alegría y llamaban incesantemente al 911.
Ben culminó su travesía diciendo simplemente: "estoy bien pero: ¿donde está mi coca-cola?".
Sanción ejemplar.
La "Federación de Velocistas no motorizados" (FeVeMo) dictó una sentencia que seguramente constituirá un precedente de aquí al futuro al condenar al atleta canadiense Patrick Shanahan a pagar una suma de quinientos dólares por concepto de multas y prohibirle conducir por un lapso de 18 meses vehículos a motor, luego de comprobarse que quiso alcanzar el record al "borracho más estúpido del mundo", al agarrarse flor de pedo, pedir prestada una silla de ruedas eléctrica y circular sobre ella por las calles de su natal Montreal.
La defensa de Shanahan apelará la sanción fundamentalmente porque considera que Shanahan "No necesita carné, seguro, ni matricula para hacer funcionar (la silla de ruedas). ¿Cómo se le puede acusar de conducir en estado de embriaguez?"
Cito otros medios de prensa dan versiones del hecho un tanto disímiles a las que nos relataron nuestras fuentes:
"Así parece ser la historia de Ben Carpenter, un joven paralítico de 21 años que vive en Kalamazoo, una pequeña localidad del Estado de Michigan. Ayer salió de casa a dar una vuelta con la ayuda de su silla motorizada. Disfrutaba de un refresco a la entrada de una gasolinera cuando, en cuestión de segundos, y sin que nadie se percatara de lo que estaba sucediendo, los engranajes de su silla quedaron entrelazados con los del morro de un potente camión que en ese momento abandonaba la estación después de repostar gasolina. Poco metros más arriba de donde había quedado incrustado Ben, en la cabina del vehículo, el conductor iba acelerando sin saber que debajo de sus pies viajaba otra persona por accidente. El camión alcanzó en pocos minutos el máximo de velocidad permitido -(80 km/h)- mientras los conductores que se cruzaban a su paso en la autopista Red Arrow no daban crédito a lo que estaban viendo. Algunos intentaron sin éxito avisarle mediante señales de luz o tocando la bocina. Al final todo quedó en un susto porque Ben no sufrió heridas en su infernal recorrido carretera abajo. Y además parece que el suceso no le dejará secuelas. Se lo tomó con humor."
"Un canadiense fue condenado por conducir en estado de ebriedad una silla de ruedas motorizada tras su paso por un bar, informó el jueves la Policía.
Patrick Shanahan de 35 años, que ya contaba con una condena por conducir borracho, fue detenido por la Policía sobre la una de la mañana cuando se dirigía a su casa en las afueras de Toronto, en una silla de ruedas que había pedido prestada.
"No necesito carné, seguro, ni matricula para hacer funcionar (la silla de ruedas). ¿Cómo se me puede acusar de conducir en estado de embriaguez?" declaró a una publicación local.
Pero el tribunal no opinó lo mismo. Lo condenó el miércoles a pagar una multa de 600 dólares canadienses (500 dólares estadounidenses) y a 18 meses de libertad condicional, durante los cuales no podrá conducir vehículos de motor."
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