URUGUAY, UN PAÍS ENERGÉTICO.
Como habrán visto; o mejor dicho, como no vieron un carajo se habrán dado cuenta; hubo pelotudo apagón. Parece que por culpa de un rayo de la tormenta (sí, no fue porque Argentina nos dejó de mandar luz porque no les pagamos la cuota mensual por la importación de electricidad) hubo una descarga eléctrica y más de la mitad del Uy (Montevideo, Maldonado, Canelones, Rocha, Colonia y Lavalleja) se quedó sin luz. Esto nos demuestra que si un rayo de mierda nos hizo volver a la prehistoria por 1 hora, el día que la cosa se ponga peluda y nos invada Surinam la cosa se va a poner negra... (yo me pondría a cantar "el primer Oriental desertor" del cuarteto, pero ta, no viene al caso.).
Pero, hablando de negro/s; no todo fue negro para nuestro país. Algunos no solo tuvieron la suerte de no haber visto nada (lo que les permitio retornar con su vida sexual sin morirse de la desolación al ver lo que tenían al lado); sino que se quedaron trancados en el ascensor, lo que lejos de ser motivo de claustrofobia o desesperación, pudo ser la oportunidad ideal para tranzarse apasionadamente a la vecinita del edificio a la que él siempre le tuvo ganas (aprovechando además que no podía llamar a la policía porque las líneas del 911 estaban satudaras) o disfrutar de como tu mascota (o la de algún vecino) se echaba un clorito por no poder contenerse.
Pues bien, a mí no me pasó nada de eso. Es más, no se para qué mierda le doy tanto color a esto si lo único que hice fue prender una vela y seguir mutando (ojo, seguí mutando a la luz de la vela, pero eso tp es productivo). Sin embargo yo también logré sacar cosas positivas del apagón: las reflexiones de mamá y mi abuela, las cuales les serán trasmitidas a continuación (en este caso les permito que piensen "a cual de las dos más tarada" porque puede que se aproximen a la realidad... jaja).
Lo primero que uno hace cuando se queda sin luz (salvo que la causa del corte sea porque te quedaste electrocutado) es mirar para afuera y ver si el vecino tiene luz. En este caso, si hacías eso te dabas cuenta que no tenía luz ni el vecino, ni la vecina, ni la columna de alumbrado público. Pues bien, a mamá se le ocurrió la brillante idea de decir "hay que llamar a UTE para que nos arreglen la luz"... cri cri
Fue aquí cuando mi abuela perdió la hermosa oportunidad de hacer un "vriyante" comentario y gritarle "tarada!!!"; y, por el contrario, haciendo honor al hecho de ser de la misma sangre, levantó el tubo del teléfono eléctrico y gritó sorprendida "no puedo llamar, ¡también hay corte de teléfono!".
Pero, hablando de negro/s; no todo fue negro para nuestro país. Algunos no solo tuvieron la suerte de no haber visto nada (lo que les permitio retornar con su vida sexual sin morirse de la desolación al ver lo que tenían al lado); sino que se quedaron trancados en el ascensor, lo que lejos de ser motivo de claustrofobia o desesperación, pudo ser la oportunidad ideal para tranzarse apasionadamente a la vecinita del edificio a la que él siempre le tuvo ganas (aprovechando además que no podía llamar a la policía porque las líneas del 911 estaban satudaras) o disfrutar de como tu mascota (o la de algún vecino) se echaba un clorito por no poder contenerse.
Pues bien, a mí no me pasó nada de eso. Es más, no se para qué mierda le doy tanto color a esto si lo único que hice fue prender una vela y seguir mutando (ojo, seguí mutando a la luz de la vela, pero eso tp es productivo). Sin embargo yo también logré sacar cosas positivas del apagón: las reflexiones de mamá y mi abuela, las cuales les serán trasmitidas a continuación (en este caso les permito que piensen "a cual de las dos más tarada" porque puede que se aproximen a la realidad... jaja).
Lo primero que uno hace cuando se queda sin luz (salvo que la causa del corte sea porque te quedaste electrocutado) es mirar para afuera y ver si el vecino tiene luz. En este caso, si hacías eso te dabas cuenta que no tenía luz ni el vecino, ni la vecina, ni la columna de alumbrado público. Pues bien, a mamá se le ocurrió la brillante idea de decir "hay que llamar a UTE para que nos arreglen la luz"... cri cri
Fue aquí cuando mi abuela perdió la hermosa oportunidad de hacer un "vriyante" comentario y gritarle "tarada!!!"; y, por el contrario, haciendo honor al hecho de ser de la misma sangre, levantó el tubo del teléfono eléctrico y gritó sorprendida "no puedo llamar, ¡también hay corte de teléfono!".
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