Saturday, September 02, 2006

Demasiada televisión

Vientos huracanados azotaron la pequeña y desprotegida ciudad de Montevideo. Torbellinos de 120 kms/h arrastraron todo lo que se encontraba a su paso: tejas, macetas, chapas, perros, vacas, gente, autos..., convirtiéndolos en peligrosos proyectiles voladores. Muchos árboles cedieron, cayendo sobre casas y autos.
Las calles de las zonas mas bajas de la ciudad se inundaron, generando que muchos de los conductores de los vehículos abandonaran sus coches ante la imposibilidad de circular por las calzadas.
La gente huía despavorida del granizo y las fuertes lluvias, generándose un imponente caos vehicular. No todos pudieron lograrlo. Algunos fueron alcanzados por la tormenta y chupados por el ojo del huracán. Otros murieron de hipotermia como consecuencia de las bajas temperaturas.

En estos momentos Presidencia evalúa el número de víctimas mortales, así como los daños materiales que en principio se estima que ascienden a 30 millones de dólares.
La Dirección Nacional de Meteorología comunica a la población civil que la tempestad seguirá por todo el fin de semana. Piden mantener la calma ante el inminente caos, no salir a las calles, y retirar del exterior todo objeto que pueda transformarse en un "proyectíl".

Terminada la parodia se viene la crítica.
Resulta que desde el célebre temporal que se comieron el año pasado, los meteorólogos tienen la cola entre las patas y cada 20 días promedio saltan con algún temporal devastador similar al que vimos hace ya unos diez años en la película "Twister". Resulta que ayer la Dirección Nacional de Meteorología pronosticó un temporal, que si uno se lo tomaba medio en serio (como por ejemplo lo hizo mi abuela), se imaginaba que iba a ser parecido al del relato que encabeza este post.
Pero esta vez los oráculos climáticos no actuaron solos; a ellos se les sumó el "Sistema Nacional de Emergencias de la Presidencia de la República", que por medio de un comunicado, recomendó tomar una serie de medidas de prevención para evitar que el temporal de anoche (léase llovizna con viento) se volviera un mal mayor.

Parece que han surgido nuevas modalidades de terrorismo de Estado. Eso sí, las alertas meteorológicas son siempre viernes o sábados por la noche y solo se extienden hasta los domingos. Nada de no trabajar los días de semana.

Esperemos que cuando se venga el Katrina a Uruguay le peguen...

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